La limpieza, vital en un hogar, es especialmente importante en la cocina, donde almacenamos los alimentos y preparamos las comidas, y sobre todo en el interior de su electrodoméstico principal: el frigorífico. Este es el lugar donde guardamos la mayor parte de lo que comemos y, por eso, es muy importante mantenerlo limpio.

Además de prevenir las bacterias y el moho, la limpieza del frigorífico, donde debemos incluir el congelador, también es importante para prolongar su vida útil y evitar gastos adicionales en el presupuesto familiar.

Pero, ¿sabes cómo realizar esta tarea de forma eficiente? Más adelante te damos algunos consejos.

 

Cómo limpiar el frigorífico paso a paso:

  1. Lo primero que debes hacer es apagar el frigorífico y esperar a que alcance una temperatura cercana a la ambiente. Mientras, saca todos los alimentos y mételos en bolsas térmicas y aprovecha para tirar los alimentos caducados.
  2. A continuación, retira todos los estantes y cajones y lávalos con una esponja humedecida. Utiliza una mezcla de dos cucharadas de bicarbonato de sodio por 250 ml de agua tibia para la limpieza y, a continuación, usa un paño seco.
  3. Ahora que ya has limpiado las partes desmontables, prepara otra mezcla de agua tibia y bicarbonato sódico y lava bien el interior y el exterior del frigorífico con una esponja. Si hay alguna mancha más difícil de quitar, aplica directamente la solución de bicarbonato, déjala actuar durante 10 minutos y luego frota suavemente la zona.
  4. No olvides las gomas, para las que puedes usar un cepillo de dientes viejo y pasta dentífrica. Además, también puedes añadir unas gotas de aceite para mantenerlas blandas.
  5. Para finalizar, comprueba que todo esté seco y vuelve a colocar todos los cajones y estantes dentro del frigorífico.

No te olvides del congelador

Limpiar el congelador es igual de importante, así que no pierdas de vista los siguientes pasos:

  1. Vacíalo completamente y mete los alimentos en bolsas térmicas.
  2. Deja la puerta abierta durante unos minutos para que se descongele más rápidamente y acelera el proceso retirando los bloques de hielo más grandes con una pala adecuada, pero no utilices nunca materiales de acero ni cuchillas, ya que podrías dañar el congelador.
  3. Prepara una mezcla de agua tibia y vinagre y rocíala por todo el interior.
  4. Sécalo todo bien, cierra la puerta y espera hasta que la temperatura del congelador vuelva a ser la normal para reintroducir los alimentos.

¿Con qué frecuencia se debe limpiar el frigorífico?

Esta respuesta dependerá de factores como el número de personas que lo utilicen o el tipo de alimentos que se almacenen en él, pero podemos lo más recomendable es hacerlo cada mes, así como una limpieza más a fondo dos veces al año. En cuanto al congelador, si no tiene función de descongelación, también deberías descongelarlo manualmente cada tres meses.

Consejos para poner en práctica cada semana

Para evitar una limpieza a fondo más a menudo, basta con seguir estos pequeños consejos:

  • Retira semanalmente los alimentos caducados o con signos de deterioro para evitar que desprendan suciedad y malos olores.
  • Limpia la goma de sellado con un paño húmedo, pero no te olvides de secarla después.
  • Sin retirar los estantes, límpialos suavemente con un paño para eliminar la suciedad que pueda aparecer.

Cumplir estas breves tareas semanales evitarán que se acumule el trabajo y facilitarán el momento de hacer una limpieza a fondo.

Mejor prevenir que curar

Una excelente forma de prolongar la vida de un frigorífico y mantenerlo limpio es cuidarlo a diario, evitando algunas prácticas que pueden ser fatales a medio y largo plazo.

En este sentido, nuestro primer consejo es optar por una buena organización. Lo mejor es colocar los alimentos listos para consumir en el estante superior y dejar el estante del medio para los demás. Asimismo, coloca las botellas y los tarros en las puertas y guarda las verduras en los cajones, preferiblemente en cajas individuales.

Otro consejo interesante es guardar las sobras o la carne para descongelar en recipientes cerrados, ya que es recomendable no dejar nada al descubierto. Además, nunca dejes ningún tipo de alimento en contacto directo con paredes o estanterías.

Por último, asegúrate de no sobrecargar el frigorífico para que el aire pueda circular y la temperatura se mantenga uniforme. También puedes colocar en él un bote de algodón empapado en vinagre o cucharadas de bicarbonato sódico para evitar malos olores.

 

Artículo visto en (idealista/news Portugal)